sábado, 26 de abril de 2008

agáchate godoy!


Entras, con el dolor a cuestas. Miles de fantasmas te rozan, mientras te abres camino por la miseria. Subes la escalera pero antes, pasas cerca de dos hombres de verde cuidando a quien no se lo merece. Ya estás cerca y lo ves. Sobre una precaria camilla, al fondo de una habitación llena, con la mirada perdida en la ventana. Caminas intentando no ver al hombre que duerme esposado un par de camas hacia la derecha . Le hablas. Él no sabe donde está. Le tratas de explicar y en un segundo de lucidez lo recuerda. Ese segundo ya pasó. El sigue mirando la persiana y la triste postal de Santiago. Te duele el alma. Le preguntas si te conoce. Segundos infinitos pasan frente a tu pena que no es menos. Te mira y finalente responde: Arturo Godoy

buenos pasos

Últimamente me ha dado por caminar. Si, simplemente caminar y no poco. Desde providencia hasta diagonal oriente, desde tobalaba hasta pedro de Valdivia por Eliodoro Yánez o simplemente por ahí. Pensando, respirando hondo, casi siempre respirando hondo. Pensamientos vagos que generalmente terminan en nada, pero que mientras se cruzan por mi cabeza, se convierten en un viaje emocionante por lugares lejanos y muchas veces inexistentes y escenarios futuros increíbles. Pienso en ti, incluso mientras me acercaba a la plaza las lilas, soñé con verte, encontrarte y por supuesto darte un beso. Casi siempre camino contento. Observo a la gente y me imagino lo que hicieron y lo que están por hacer. Sus dolores, heridas y también sus alegrías. Paso a paso voy mirando el futuro con buenos ojos, feliz de estar nuevamente con la sangre hirviendo, y de tener el corazón de nuevo latiendo. Intentando construir una vida en que los sueños dejen de ser sólo eso y se conviertan en proyectos, proyectos reales. Tu eres muy responsable de eso, por eso te pienso tanto, me lo devolviste todo, y cerraste varias heridas, sin quererlo. Por eso sigo luchando, por eso todos los días me levanto en la mañana y ya no me demoro tanto en la ducha, ni amanezco con sueño. Por eso camino, respiro hondo y me río.
Hablo desde el alcohol que me falta por tomar. desde las mujeres que aún no beso. De las lagrimas que derramaré. hablo del futuro que no existe. De las luchas que ganaré. hablo desde mi mismo, desde la conciencia que no me deja tranquilo. Desde un frío rincón de mi nueva vida, de un suspiro que ya no está.

martes, 22 de abril de 2008

Carta a lo que no fue


sería más fácil si nos hubiéramos entregado. Mentira. Nos salvamos de caer en algo grande o de que quizás no pasará nada. La verdad nunca la sabremos y caminaremos como cobardes ciegos por el futuro incierto. Y si el que no sabe no teme, es lo menos malo. Sólo sentimos por un rato. Sólo fueron palabras escritas en un papel que no es papel. Un peligro que vivimos ambos. Una sensación muy parecida a eso. Nos salvamos. O tal vez nos condenamos. Quién sabe. Quizás nunca lo sabremos. El futuro no está claro, pero claro que no es seguro que nos encontremos. El momento fue el equivocado o tal vez nuestras vidas se encontraron tarde. O muy temprano. Cómo quieres que adivine, si ni de lo que hoy siento estoy seguro. Perdón. O mejor dicho, de nada. Adiós, o mejor dicho hasta luego. Suerte en tu gran viaje. Dicen que es mejor arrepentirse de lo que uno hace, de algo que uno no hace. Nosotros por suerte elegimos todo lo contrario. Existe la buena y la mala suerte. La decisión está tomada. Sólo te deseo lo mejor. Un beso. Uno en la mejilla y mil más de esos que nunca nos dimos. De esos que nos esperarán en otra época sentados en un banco de plaza. De esos que pensamos que no debimos darnos. De esos que algún día moriremos por tenerlos a nuestro lado. Te dejo sin haberte tenido. Te extraño de la nada. Te recuerdo como un melancólico. Te temo como un cobarde. Te miento como un amigo. Te despido como lo que nunca fui.

Quizás

La próxima ves que te vea
Quizás ni te vea
Y sólo me quede mirando
El recuerdo húmedo de nosotros durmiendo.

Te tocaré sin juntar nuestras pieles
Y te sentiré tan fría y lejana
Lo sentiré como hace 10 años
Cuando aún éramos nada.

Quizás pase de todo
O me sentiré como si me amaras
Quizás duerma entre tus brazos
Y me quites de nuevo el alma.

lunes, 14 de abril de 2008

Cuestión de colores


Sería muy fácil mentirte. Más fácil mentirme. Decir que no pasa nada. Que no me tiemblan las piernas. Que no tengo miedo. Que no me atrevo. No quiero decir nada. No quiero nada que me comprometa. Ni a ti ni a mi vida. Ni a mi corazón. Con él si que no me meto. No me quiero meter. La vez que lo hice, dormí una siesta eterna. Paliza a los sentimientos que te paralizan. Cierro los ojos. Intento no verte. Y no te veo. Agua pasó bajo el puente.. y no sé si se lo llevo todo. Se llevo algo, pero aún no se qué. Siempre estuve seguro del futuro, pero hoy no lo estoy. Y estoy contento. No por eso, si no por todo. Por lo que es y lo que no es. Porque empiezo un camino que nunca había recorrido. Porque mi vida cambia pero los lazos no se cortan. Se hacen más fuertes. Se robustecen. Sin miedo. Sólo con ganas. De un futuro blanco. Tratando de sacar el gris profundo del pasado.

viernes, 11 de abril de 2008

el primero de todos

Un día nublado me senté a escribir por primera vez. Dedos con frío, corazón caliente. Sin mucho que decir pero mucho que descubrir en una vida enmarañada. No quiero llamarte a media noche, pero igual lo hago. Es que tu sabes como me pongo cuando tomo algo más que rencor. Una tarde sumergida en palabras que frenéticamente buscan sentido y que a veces pareciera que la encuentran. El primer día nublado del año. Sólo este día podía ser capaz de dar a luz una nueva página de esta bitácora de mentiras uy sensaciones. Se me hace fácil escribir. Tan sólo porque me dejo llevar por las sensaciones y no pienso ni un segundo. Quizás si lo hiciera todos los días de mi vida, todo sería más sencillo. Lo sencillo no siempre es bueno. La oscuridad está tan lejos, pero a la vez es tan ruidosa. Encandilado con la vida que elegiste. Ya llevas varios metros recorridos, preparado para saltar aquella valla. La más alta. La más peligrosa. La que te pusiste tu mismo.