sábado, 23 de enero de 2010

Hoy.


Hoy no salgo. Hoy escribo. Hoy me lamento por el tiempo pasado e incluso te recuerdo. Hoy me pregunto si tomé las decisiones correctas y si realmente soy quien quiero ser. Hoy me quedo en casa, lanzándole dardos a mi orgullo vencido. Hoy me acuesto en la cama de mis viejos a pensar, sin llegar a conclusiones. Hoy disfrazo de pena mi agonía, y no me alejo ni un momento del suero que mantiene viva esta tristeza moribunda. Hoy no saldré a emborracharme, sólo par sentir este dolor totalmente consciente. Hoy no muerdo, ni actúo como si no me importara. Hoy me quedó acá, con el olvido y nos tomamos un vaso lleno de nada.

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