sábado, 12 de junio de 2010

metro.

Despiertas en una ciudad que no es la tuya, pero al igualque en tu Santiago natal, te cuesta abrir los ojos. Te cuesta ver lo que has logrado, esta miopía te dificulta ver lo que has ganado y por suerte, tampoco ves lo que has perdido. Pero estás tal como hace un par de meses, apoyando tu mano derecha en un frío fierro de metro, esperando tu parada. ¿La diferencia? Hoy no esperas la estación para finalmetente llegar. Esperas ansioso, pero paciente, la estación en la que te toque empezar.

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