domingo, 30 de enero de 2011

El final.

Todo va a estar bien, le repetía cada 5 segundos, pero eso no la tranquilizaba para nada. Las alarmas de los autos, los fierros doblados por la rabia de la multitud eran más fuerte que un par de palabras, mucho más. Todo va a estar bien. Estamos en un rincón de la casa antigua, la de los abuelos. Un estruendo revienta las ventanas, el vidrio cae afilado sobre el parqué. Todo va a estar bien. Le pido que cierre los ojos, que todo pasará. La puerta cae fulminada de un golpe. Todo va a estar bien. Ahí vienen, corriendo, furibundos, ciegos. Ya no queda tiempo, pero yo le sigo repitiendo con la voz más amable que tengo: Todo va a estar bien.

sábado, 29 de enero de 2011

De canción.

mala memoria o perdido como siempre.

Tengo problemas con mi memoria y no es el alcohol, no señor. Es mi mente que me hace trampas, o es esta maldita personalidad que me tocó, que me esconde lo bueno de la vida y subraya lo malo, para que todas las mañanas me levante a la pelea con más ganas. Porque no me acordaba que en Paris, un día me perdí y caminé por horas. Sali al centro solo y tipo 7 tenía que llegar a su casa, para que saliéramos a visitar a una de sus amigas. Llegué tarde. Y llamé por teléfono a mi amiga, desde un teléfono público y en su 30% de español y 70% de francés me explicó como llegar donde ella estaba. Me dio un par de indicaciones y 4 nombres de calles y colgamos. Escribí los nombres de las calles en la palma de mi mano y partí. Error. El que la lluvia borrara paulatinamente la información escrita fue lo peor. Mi nulo manejo del francés y mi traducción de los nombres de las calles al chileno ,me dejaban perdido en un punto muerto. Caminé, mojado por la calle. Estación Charonne del metro parisino. Cuando de pronto veo a un par de hombres en la puerta de un Bistro. Me acerco, sin mucha fe, y esperando que en su idioma natal no me entendieran nada, y yo siguiera por ahí, caminando a mi suerte. Les dije, lentito, sí, como el mítico chiste de Sandy: Ho-la, us-te-des sa-ben- como- pue-do lle-gar a es-ta –dirección, mientras estiraba mi palma llena de tinta que la lluvia ya se había encargado de esparcir. Ellos ríen. Yo no entendía nada. Uno de ellos me dice: Che, loco, que dirección buscás? Listo. Los argentinos sacaron su iphone, buscaron el mapa, juntos tradujimos el jeroglífico de mi mano y ya estaba totalmente direccionado. Me despido de los argentos. Camino. Paso a un minimarket a comprar un vino, para no llegar con las manos vacías. Y con una sonrisa de oreja a oreja llego a la caja. De pronto en la radio, comienza a sonar una canción conocida: LLAMADO DE EMERGENCIA!, en Paris. Flaite, pero buena onda. Salí. Llegué a la casa donde estaba mi amiga. Comí quesos con galletas. (al menos 7 tipos de quesos distintos) me reí de chistes en francés que nunca entendí. La amiga de mi amiga conocía a Víctor Jara. Me emborraché un poco. Se me olvidó lo mojado que estaba. Estaba perdido en Paris. Perdido, como siempre. Pero esta vez, de casualidad como siempre, había encontrado el rumbo.

viernes, 28 de enero de 2011

Boca Fresca.

Esa mañana me levanté y vi que ella estaba en el baño, mirándose en el espejo. Me acerqué silencioso y la tomé sin darle la oportunidad a que pudiera hacer nada. Acerque su boca hacia la mía. Nuestros labios chocaron. El agua helada, hacía que su boca se sintiera como una fresca brisa playera. Como una de esas mañanas en las que amanece nublado, pero uno tiene la seguridad de que más tarde, el sol finalmente saldrá. Siempre y seguro.

miércoles, 26 de enero de 2011

Un trato.

Te cambio mis ganas por tus ganas
Tu boca, maldita hermosa boca, por mi risa
Tu cuerpo perfecto por mi carácter imperfecto
Mi orgullo, te lo cambio por tu pasado
Mi pasado te lo cambio por nuestro futuro
La injusticia de lo hecho, te lo cambio por lo posible
Lo que no hemos vivido, por lo que viviremos
Un viaje que no existe, por una conversación de cerca
Te cambio mi mirada, por la tuya
un amor mío, por mil tuyos
Y tu coquetería, por la exclusividad de mis miradas.
Mis mil canciones te las cambio por tu “al final hay recompensa”
Pequeña princesa, te lo cambio todo
Por una tarde contigo. Una tarde conmigo. Una tarde infinita con nosotros.

domingo, 16 de enero de 2011

De messenger.

si la weá no resultó filo hay q estar contento porque uno es capaz de querer a otra gente y punto.
esa pura sensacion de que sí hay gente que te puede gustar y sentir cosas buenas por otros es bueno, hace bien.

domingo, 9 de enero de 2011

De película 2

- You know you can't make her happy.
- Gonna try.

No morder.

Me voy. Aunque no lo creas, agradecido. No soy tonto, soy rencoroso, perotonto, no. Sé que viví en la época de oro, donde las cosas sobraban y las vacaciones eran largas. Estoy agradecido y siento que una vez más, el destino me protegió y me dejó de su lado. Pero ya no es sano. Gracias por todo. No quiero seguir mordiendo. No es justo. Tengo rabia, que pensaba que no hacia daño. Pero lo hace. Y te hace daño a ti, a ti, que no necesitas que alguien te haga daño. Es el curso de la vida. Es la ley de la vida. Yo y mi maldito y asqueroso ego no cabemos en esta casa. Me doy vergüenza. Pero me voy. Me tengo que ir. Un beso. Te visitaré y ya verás. Todo será mejor. Todo estará mejor.

domingo, 2 de enero de 2011

Quiero.

Quiero una como tú. Sí, como tú. Para mirarte, para tocarte y sacarte a pasear. Quiero morderte esa boca tuya y después no pescarte. Quiero que esperes mis llamados y yo no te llame aunque me muera de ganas por escucharte. Quiero que salgamos toda la noche y que te enojes conmigo porque no te beso tanto. Será sólo una pataleta porque no me separaré ni un segundo de tu boca, te lo juro. Quiero decirte los buenos días, y las buenas noches. Quiero que me lleves a los bautizos de tus sobrinos. Quiero hablar con tu abuelito de fútbol y poner la mesa los domingos. Quiero invitarte a la casa de la playa. Quiero que no pares de reir de lo que digo y que me mires con ojos de enamorada. Quiero llevarme “no tan bien” con alguno de tus hermanos. Quiero dedicarte canciones y que años después te acuerdes de ese momento con una sonrisa. Quiero llevarte al estadio. Quiero comer pan con palta una tarde de Abril. Quiero que vayamos al campo con amigos. Que tú me mires mientras yo hago el fuego, después quiero que bailes conmigo toda la noche. Toda. Quiero que llores porque nunca imaginaste quererme tanto y quiero que te veas conmigo cuando viejitos. Pero sabes lo primero que quiero. Que lo nuestro no sea imposible. Sí, eso es lo primero que quiero. El resto, si me preguntas a mí, puede esperar.