domingo, 8 de diciembre de 2013

Memoria.

"no me acuerdo de nada" respondió al otro día, y era verdad, no se acordaba de nada. Pero sí se acordaba de los despertares felices, de los abrazos eternos, de los besos llenos de todo. Pero también respondía que no se acordaba. Pero el recuerdo era más que una espina en el zapato, en el corazón. Y ahí estaba, frente a la quita piscola, tratando de olvidarlo todo y no acordarse nunca más.