viernes, 11 de abril de 2008

el primero de todos

Un día nublado me senté a escribir por primera vez. Dedos con frío, corazón caliente. Sin mucho que decir pero mucho que descubrir en una vida enmarañada. No quiero llamarte a media noche, pero igual lo hago. Es que tu sabes como me pongo cuando tomo algo más que rencor. Una tarde sumergida en palabras que frenéticamente buscan sentido y que a veces pareciera que la encuentran. El primer día nublado del año. Sólo este día podía ser capaz de dar a luz una nueva página de esta bitácora de mentiras uy sensaciones. Se me hace fácil escribir. Tan sólo porque me dejo llevar por las sensaciones y no pienso ni un segundo. Quizás si lo hiciera todos los días de mi vida, todo sería más sencillo. Lo sencillo no siempre es bueno. La oscuridad está tan lejos, pero a la vez es tan ruidosa. Encandilado con la vida que elegiste. Ya llevas varios metros recorridos, preparado para saltar aquella valla. La más alta. La más peligrosa. La que te pusiste tu mismo.

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