domingo, 8 de diciembre de 2013

Memoria.

"no me acuerdo de nada" respondió al otro día, y era verdad, no se acordaba de nada. Pero sí se acordaba de los despertares felices, de los abrazos eternos, de los besos llenos de todo. Pero también respondía que no se acordaba. Pero el recuerdo era más que una espina en el zapato, en el corazón. Y ahí estaba, frente a la quita piscola, tratando de olvidarlo todo y no acordarse nunca más.

domingo, 3 de noviembre de 2013

De pie.

Desde chico me cargaron los pies. Los odiaba. Nunca entendí la razón de por qué nosotros los humanos teníamos dedos, si perfectamente podríamos haber tenido sólo pies y nada hubiera cambiado. Después me enteré que en la época de la colonia, los españoles más malvados, para retener a sus indios esclavos les cortaban los pulgares, para que así no pudieran correr y arrancar. Más los odié. Mi meñique izquierdo es bien raro, luego de un partido quedó medio doblado y sigue así, mirando para arriba, un poco. Hubo o hay, no sé, una especie de zapatos de mujer que dejaban ver, a través de un hoyito en la punta, el dedo pulgar. Me cargaban. Y las mujeres en chalas, tampoco me gustan, no sé, cosa mía, rareza mía, tontera, manía o fobia, mejor dicho. Eso hasta que conocí los tuyos, los primeros que me gustaron. Me acuerdo, y son lindos, suaves, delicados, tuyos, muy tuyos. Una mierda, porque ya no los tengo. Y los extraño, mucho. En serio. Ahora los vuelvo a odiar a todos, hasta que me los vuelva a encontrar o quizás qué pase, a estas alturas, es un misterio, un violento misterio.Quizás los odie para siempre, es mejor así, patas de mierda. Justo hoy me pregunté eso, cortesía de los tristes domingos.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Defensa.

Otra vez el agua caliente no funcionaba, así que se duchó con agua fría, como casi toda la temporada. Eran sólo las 7 de la tarde pero la oscuridad ya era total, así es el invierno, pensó él. Era el último jugador que quedaba y se vestía lento, como si quisiera alargar eternamente cada segundo, como si no quisiera salir de ahí. De pronto se escuchó un "clack" y sin compasión se apagaron las luces de todo el recinto. Guardó sus zapatos sucios, su toalla humeda, su camiseta mojada y se quedó estático, pensando. Suspiró un par de veces hasta que estalló en llanto. Levantó su cuerpo pesado, tomó aire y salió cabizbajo del húmedo y a esas alturas, maloliente camarín. Afuera lo esperaba su señora y sus 2 pequeños hijos. Les dio un beso a cada uno y ella le contó algo que pareciera que él no sabía: "perdimos".

3 lucas.

"En 15 minutos estoy allá, qué, en 13 mejor" decía el taxista, segundos después cortaba el celular. Yo iba un par de cuadras más allá, por lo que no me pareció extraña su conversación. "Me deja en la esquina" le dije, me miró por el retrovisor y asinitó con su cabeza. $2.890 decía el taximetro, le pasé 3 mil y le dije "déjelo así no más maestro, está bien". Me bajé del taxi y me paré fuera de su departamento, a ver si se encendía alguna luz o peor aún, si llegaba con otro. Luego de un par de horas decidí volver a casa, caminando. Hacía mucho frío para seguir esperando nada.

Deber.

Escupió al suelo y el rojo de su saliva golpeó con fuerza el pavimento. Tanteó sus bolsillos hasta que encontró un huérfano cigarro y se lo llevó a la boca. Le dio una fuerte bocanada, una sola y lo botó al borde de la vereda, justo en una posa. Miró al cielo, quién sabe por qué, quizás buscando ayuda en algo que él no creía, pero bueno, eso pasa a veces, tú sabes. y así, con la mirada perdida en rabia, entró nuevamente al bar, decidido a terminar lo que él no había empezado, pero debía terminar ya.

Números negros.

4 disparos. 6 botellas de pisco. 3 horas de fiesta. 17 minutos se demoró la policia en llegar. 3 puñaladas recibió el mayor de los hermanos. 1 de ellos logró escapar. 4 meses estuvo en coma el mayor. 5 años pasaron. 2 segundos tardó en reconocerlo. 8 minutos duró la discusión. 2 horas agonizó con la mejilla pegada al asfato. 0 testigos.

lunes, 29 de julio de 2013

El cobarde ambicioso.

Terminó la pega y se subió rápido a la micro, el día estuvo duro, era viernes y sus amigos lo esperaban en el barrio con unas cuantas "pilseners", la verdad, muchas más que unas cuantas. El tráfico hizo eterno su viaje, además de las ansias y por supuesto, la distancia: desde su trabajo hasta su casa había 8 comunas de distancia. En menos de una hora, entre chistes y risas, tomó más de dos litros de cerveza, dos de las clásicas botellas de vidrio , suficientes como para olvidarlo todo. Lástima que no olvidó cargar la bateria de su celular, porque cuando estuvo bien borracho, buscó su número y la llamó, una vez más con la esperanza de que ella contestara.

miércoles, 26 de junio de 2013

Vida.

Amé y me amaron, muchas más veces de las que merecí. Conocí la capilla sixtina, camine por Atenas y pasé más de 20 veranos en la costa de mi país. Vi un partido en el Olímpico de Roma y salí una decena de veces llorando del nacional. Me perdí en un París lluvioso, desperté con resaca en valparaíso, y me acosté borracho en Madrid. Te besé de día, terminé contigo en la tarde y me acosté contigo más de cien noches. Cien más. Mordí la mano que me dio de comer y fui leal y agradecido. Renuncié un par de veces, jamás a vivir. Tomé hasta perder la verguenza y me avergoncé de no haber tomado lo suficiente para sacarte a bailar. Muchas veces vi el amanecer, y vi salir el sol por el mar. Me rompieron el corazón, pero como viví con la desconfianza de escudo, nunca fue en mil pedazos, por desgracia. Y así podría seguir toda la noche, contándote lo que hice, lo que no hice y cuantas veces lo hice, pero continuaré más tarde. Es que me tengo que ir a vivir, tomárme un par de piscolas intentando ganarle segundo a segundo a la vida, como dijo Sabina, like a rolling stones.

domingo, 9 de junio de 2013

El peor de todos.

No, te lo juro que no es el lunes. El lunes hay cosas que hacer, la mente intenta subirse al siempre lleno vagón de la rutina. Pero el domingo, no tiene nada. Lo trato de salvar con almuerzos familiares e incluso trotes insulsos para despejar la mente, pero no, el domingo sigue siendo asqueroso. Pobre, sin expectativas, triste con demasiado tiempo para pensar. Dolorozo, gris incluso en verano y negro en invierno. Domingo asqueroso llenas tus minutos y segundos de amargo arrepentimiento y de cobardia. De dolores de estómago y de lo que algunos llaman "caña moral". Malditos los domingos, desde que abro los ojos hasta que los cierro mucho más tarde que los otros días. Por eso colo colo jugaba siempre los domingos, para darle una alegría al pueblo a la gente. En esta mierda de época del año no hay campeonato nacional y los domingos son como tomar bencina, o peor aún, ron silver. Mejor voy a dormir para olvidar este día de mierda. Domingo, tuve un conserje que se llamaba Domingo. AHora que lo pienso, con razón los domingo hay misa: para pillarte como un cordero y que pidas perdón por tenerle más estima a los otros 6 días de la semana. Domingo de culpa, domingo de arrepentimiento, te tengo mala.

jueves, 6 de junio de 2013

Hoy.

Por primera vez escribo desde la vida, sin filtro, sin nada. Estás fascinado, esperando que la vida te dé el sarpazo sin miedo, con ansias. Y puta, vida, te espero. Corajudo como siempre, entregado como nunca. hoy te salgo a buscar mierda. Terminé lo importante para que me sorprendas mierdad. Te amé linda, si de verdad y con todo el corazón, pero más amé la vida, esa vida que hoy me mata! para eso vive el héroe romano, para que su propio desitno lo mate. Ustedes se han de convertir en diosas, por quererme soportarme y mil veces aceptarme. pero yo estoy en otra, soy un "weba que cree que la vida es una historia magnífica! puta, perdón por creerlo. Yo sigo creyendo y por casualidad, sigo vivo. Y de pronot es eso. El día que deje de creer, es el día que deje de vivir.